22:23
nada podrá ser tan bueno
como ese par de cigarros
que prendiste ayer
uno tuyo
otro para mí
y subías la mirada
con esa sonrisa cómplice
de las no cotidianas
teníamos los filtros húmedos
vivo el contagio de tu saliva
fumaba yo en ti
de a poco llenábamos agujeros
con humo se teñía el abandono
desdoblábamos todo
pero nos hicimos secos
tanto
hasta exhalar sobre nosotros mismos
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